Amis, en la Feria del libro de Madrid:
El escritor británico Martin Amis, que anoche participó en un debate en la Feria del Libro y cuyo último libro, 'Koba el Temible, la risa y los veinte millones', acaba de ser publicado en España, precisa que le interesa promulgar la no ideología. "La ideología es como una droga sintética para convertirse en héroe".
Martín Amis (Oxford, 1949) novelista y critico literario, autor de títulos como 'Dinero', 'La información' o 'Tren nocturno' y una de las figuras más críticas y polémicas, compareció ante los periodistas después de haber lanzado la víspera sus reflexiones en un pabellón de la Feria lleno de gente.
Elegante y pausado, pero con frases contundentes, Martín Amis, acompañado por su editor en España, Jorge Herralde, habló de 'Koba el Temible, la risa y los veinte millones' (Anagrama), un libro a medio camino entre el ensayo y la autobiografía, en el que trata la figura de Stalin, las barbaries del comunismo y el doble rasero con el que algunos intelectuales de izquierda tratan el estalinismo y el nazismo.
Un libro que ya ha levantado polémica en el Reino Unido, y un texto que nace del interés del autor por bucear en el pasado de su padre el escritor, Kingsley Amis, que trabajó para Stalin, como ha reconocido Amis.
"Mi padre necesitaba ideología, yo no -subrayó Amis-. Pero creo que el apoyo a Stalin era un apoyo intelectual casi obligado por la necesidad de creer en un proceso de buenas intenciones, una cosa que Hitler no era, porque Stalin decía que buscaba el bien, y esto es una manera de verlo de una forma indulgente que cautivó a la izquierda".
El escritor señaló que cuando descubrió que su padre había sido un servidor de la Unión Soviética, le pareció algo "insólito". "Pero también se trataba de analizar las diferencias entre él y yo", añadió.
Martin Amis, que dice que le queda por escribir más sobre Hitler pero cuya próxima novela irá en torno al islam "porque está a la orden del día" y porque está "seguro de que va a dictar la agenda de los próximos años", asegura que no cree en nada: "Creo que en la democracia pero no trabajo por nada que vaya con los colores de nadie".
"La creencia es la forma barbárica del compromiso humano", matizó Amis. "Aceptar una ideología es mantenerla con mentiras. El futuro de una historia deseable es la que se debe hacer sin creencias religiosas. Cuando un creyente dice que es tal acepta el paquete sin mirar en el interior. Cuando un fanático se suicida vemos un paquete que se ha suicidado, no vemos más, ni el sistema de creencias a las que pertenece".
Martín Amis, que vive en Uruguay, recalcó que no lee mucha literatura en castellano porque no cree en la traducción, aparte de porque existen pocos escritores traducidos al inglés. "La traducción es como hacer una fotografía de una pintura, sería como una fotografía plana, pero hay que leer a los grandes aunque sea traducidos para conocerlos y hacernos una idea", sostuvo.
Parafraseando a Bellow, uno de sus maestros, Martin Amis dijo que existen dos clases de escritores: los de clase A, que se ocupan más de los caracteres y los personajes, y los de clase B, que conciben más el mundo y su transformación a través del lenguaje. "Yo me inscribo más en la B", aclaró.
Este autor, incondicional de Nabokov, también dijo que los escritores no pueden esconderse de la política. "Muchos políticos se sienten como en el cielo y todo lo que hacen repercute en nosotros y por eso hay que responder a ello. Aunque yo solo voté al partido laborista y no hago nada más", aseguró.
"Intento vivir mi vida espiritual por mí mismo y promulgo la no ideología", concluyó un Martin Amis optimista por el futuro de Europa. "Ahora es un poco un proyecto artificial y necesita hacer músculo para que sea una Europa unida, pero es el futuro y el diálogo entre culturas y lenguas".
15 junho 2004
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